¿Qué es la agricultura inteligente?
La agricultura inteligente es una práctica en la producción agrícola que implica el uso de tecnología como IoT, robótica, drones e IA, entre otras, para gestionar las explotaciones, aumentar la producción y reducir el impacto medioambiental. El objetivo de la agricultura inteligente es aumentar tanto la calidad como la cantidad de los productos agrícolas, optimizando al mismo tiempo el trabajo humano para garantizar los mejores resultados posibles.
Las granjas y explotaciones agrícolas que utilizan técnicas de agricultura inteligente se conocen como explotaciones inteligentes. Estas explotaciones suelen utilizar nuevas herramientas, como sensores que controlan el tiempo las veinticuatro horas del día y aplicaciones móviles de inspección que ayudan a los agricultores a mejorar sus prácticas agrícolas para aumentar su producción al tiempo que apoyan la sostenibilidad y mantienen la calidad del producto.
Ejemplo
Con todas las nuevas tecnologías a nuestro alcance, hay muchas formas de que las explotaciones agrícolas creen procesos más inteligentes, productivos y sostenibles. Un ejemplo claro de agricultura inteligente que se puede ver en muchas explotaciones hoy en día es el uso de sensores para controlar parámetros como la calidad del suelo, los niveles de luz, la temperatura ambiente y la humedad. De ese modo, los trabajadores saben exactamente lo que las plantas necesitarían para tener la mejor calidad y cantidad durante la cosecha sin malgastar ni utilizar demasiados recursos.
Otro ejemplo de agricultura inteligente es el uso de IA y máquinas autónomas. autónomas para realizar determinadas tareas. Por ejemplo, muchas granjas modernas han empezado a utilizar tractores autónomos que no necesitan un humano para controlarlos. De ese modo, la mano de obra humana puede emplearse en otras tareas mientras los tractores realizan su trabajo de forma autónoma, segura y eficaz.
Muchas explotaciones también han empezado a adoptar distintos programas informáticos que utilizan IoT para lograr operaciones aún más eficientes. Mediante estas configuraciones, los responsables de la explotación pueden controlar diversos aspectos de la misma a través de un dispositivo inteligente o un ordenador, lo que reduce en gran medida la necesidad de mano de obra.
Agricultura tradicional frente a agricultura inteligente
Una buena manera de entender el concepto de agricultura inteligente y su importancia es compararlo con los métodos agrícolas tradicionales. Aunque la agricultura en sí fue una gran innovación para la humanidad y nos permitió seguir creciendo como especie, los métodos agrícolas tradicionales se están quedando poco a poco anticuados e ineficaces.
Por ejemplo, en la agricultura tradicional, gran parte del trabajo debe hacerse manualmente. Esto incluye plantar cultivos, mantenerlos y cosecharlos al final del ciclo. Este método implica muchos más recursos y puede generar muchos residuos, por lo que el sector agrícola tiene un gran efecto en nuestro medio ambiente.
Sin embargo, con un sistema impulsado por IoT, las granjas pueden reducir drásticamente la cantidad de trabajo manual necesario al tiempo que aumentan la precisión. Además, ofrece a los agricultores un control mucho más preciso de sus cultivos y recursos. Esto le permite utilizar sus recursos sólo cuando es necesario y producir cosechas de mucha mayor calidad sin producir tanto desperdicio.
En la actualidad, estamos asistiendo a un cambio de los métodos agrícolas tradicionales hacia prácticas más tecnológicas. Esto tiene un enorme potencial para el sector, ya que no sólo reduce los residuos y el fuerte impacto ambiental de la agricultura, sino que mejora la calidad y cantidad de las cosechas, ayudando a los agricultores a ser más flexibles ante los cambios de la demanda y a cumplir la normativa en materia de residuos. buenas prácticas agrícolas .
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Comience gratisCómo afecta IoT al ciclo agrícola
El ciclo agrícola tradicional es bastante sencillo y fácil de entender. Y aunque el IoT y la agricultura inteligente pueden afectar a este ciclo, no lo cambian tanto. El objetivo de IoT es recopilar datos y datos de entrada, que luego se transportan a través de Internet a otro dispositivo.
De este modo, cualquier incidencia o problema que detecten los sensores IoT se notifica inmediatamente, lo que ofrece a los agricultores una ventana más despejada para que actúen sobre los problemas. Así, en un sistema IoT o inteligente, el ciclo agrícola será algo parecido a esto:
Observación – El proceso comienza con sensores y otros dispositivos que observan las condiciones del suelo, la temperatura, la humedad y otros parámetros. A partir de ahí, registra los datos que observa.
Diagnóstico – Una vez transmitidos los datos por Internet, la plataforma IoT decidirá cuál es la mejor forma de actuar. Estas plataformas están equipadas con complejos algoritmos capaces de dictar la mejor acción basándose en observaciones específicas.
Decisión – El siguiente paso consiste en decidir qué medidas concretas tomar en función de los datos. Puede hacerlo una persona o un sistema de aprendizaje automático. Alternativamente, tanto la plataforma IoT de IA como el usuario pueden trabajar juntos para averiguar si la acción es necesaria y qué acción específica tomar.
Acción – Una vez tomada la decisión, el siguiente paso es llevar a cabo dichas acciones. De nuevo, esto podría hacerlo un equipo de robots, máquinas autónomas, humanos o una mezcla de los tres.
Diferentes soluciones de agricultura inteligente IoT
Estas son algunas de las diferentes soluciones agrícolas presentes en un sistema de Smart Farming.
Drones agrícolas
Los drones agrícolas han dado grandes pasos en los últimos años. Para empezar, la tecnología de los drones se ha vuelto mucho más accesible, práctica y eficaz. Así, los agricultores pueden ahora utilizar drones agrícolas para obtener una vista de pájaro de una zona y obtener rápidamente una visión de un lugar específico. Estos drones permiten a los agricultores y a los equipos trabajar con mayor rapidez y eficacia, lo que tiene una enorme repercusión en todo el proceso agrícola.
Los drones modernos también pueden utilizarse para recoger datos de temperatura, humedad, atmósfera e incluso suelo. Y, de nuevo, las explotaciones inteligentes dependen en gran medida de conjuntos de datos amplios y precisos para dar con la mejor línea de actuación.
Agricultura de precisión
La agricultura de precisión es otro ámbito de la agricultura inteligente. Este tipo de sistema se basa en grandes conjuntos de datos que pueden utilizarse para determinar qué cultivos plantar, cómo plantarlos y cómo hacerlo de la manera más eficiente. Esto puede permitir un sistema agrícola mucho más sostenible que tendrá un menor impacto en el medio ambiente.
Automatizaciones
Las automatizaciones son otra de las formas en que las granjas inteligentes están creciendo en todo el mundo. Un claro ejemplo de ello es el uso de sensores para recoger datos sobre el suelo, la temperatura, la humedad y la atmósfera. Estos sensores pueden transmitir datos a través de Internet para que usted tenga una visión en tiempo real de las condiciones de una explotación y reciba notificaciones si es necesario urgente.
Esto permite a los gestores tomar decisiones más precisas e informadas sobre la cantidad de fertilizante que se debe utilizar, el tipo de nutrientes que necesitan las plantas, etc.
Otra forma de automatización son las máquinas autónomas. Estas máquinas pueden programarse para realizar tareas específicas en distintos momentos, como regar, abonar o incluso plantar los cultivos. Esto reduce la mano de obra humana, así como los recursos necesarios para plantar diferentes cultivos.
Preguntas frecuentes sobre la agricultura inteligente
Hay quien afirma que la agricultura inteligente hunde sus raíces en la década de 1990, cuando los tractores empezaron a utilizar GPS y mapas por satélite. Sin embargo, hay otras escuelas de pensamiento que creen que la agricultura inteligente comenzó realmente en 2009.
No hay una sola persona o grupo que haya ideado la agricultura inteligente. En cambio, el concepto de agricultura inteligente puede considerarse una evolución natural de la propia agricultura, a medida que el ser humano ha ido mejorando en la recopilación de datos y su aplicación en el mundo real.
Muchos países han empezado a adoptar un sistema de agricultura inteligente. Algunos de estos países son Vietnam, Tanzania, Estados Unidos, Reino Unido, Japón y numerosos países de la UE como Alemania, entre otros.
Los sistemas de agricultura inteligente aún están en fase de desarrollo y no son perfectos. Esto significa que los sistemas a veces pueden dar lugar al uso de más productos químicos, daños al suelo, aumento del kilometraje de los alimentos y distribución desigual del agua.