¿Qué es un sistema de gestión medioambiental (SGA)?
Un Sistema de Gestión Ambiental (SGA) es el marco que una organización utiliza para alcanzar sus objetivos ambientales. Un SGA está ahí para trazar los esfuerzos que la organización debe realizar para cumplir los objetivos, cómo pueden lograrlos y cómo implementar los cambios en la organización.
La mayoría de los consumidores tienen en cuenta los esfuerzos de sostenibilidad de una empresa antes de comprar un producto, lo que hace que la sostenibilidad sea un objetivo prioritario para varias organizaciones. Además, los países están poniendo en marcha requisitos de cumplimiento medioambiental que las organizaciones deben seguir. Junto con estos requisitos, muchas empresas también tienen sus propios compromisos de sostenibilidad que van acompañados de una serie de objetivos medioambientales.
Un SGA o sistema de gestión ambiental no está diseñado para definir y establecer los objetivos medioambientales de la empresa. En cambio, el SGA está ahí como la base sobre la que la organización puede trabajar para lograr sus objetivos.
Ejemplo
Cada empresa y organización requerirá un tipo diferente de sistema de gestión ambiental. Cada SGA se adapta a las necesidades y objetivos de una organización, por lo que no habrá dos SGA iguales.
Dicho esto, las organizaciones utilizan bastantes normas y tipos de SGA en diferentes sectores. Entre ellas se encuentran la serie ISO 14000 y el sistema de auditoría de gestión ecológica.
Aunque cada sistema de gestión ambiental es diferente, todos trabajan para mejorar continuamente. El SGA de una empresa debe estar diseñado para ayudarle a alcanzar y superar sus objetivos.
Tipos
Los sistemas de gestión ambiental difieren de una organización a otra. A continuación se presentan algunos de los tipos más comunes de SGA que las organizaciones pueden utilizar para crear el marco que les ayude a alcanzar sus objetivos medioambientales.
Norma ISO 14001 para el SGA
La norma ISO 14001 está diseñada para que las organizaciones alcancen sus objetivos medioambientales. En el ejemplo básico que se muestra a continuación, se pueden ver los elementos clave de un SGA y cómo se trata de un ciclo en el que las organizaciones se esfuerzan por mejorar sus esfuerzos medioambientales.
Esta norma forma parte de la familia ISO 14000, que es un conjunto de normas diferentes que las organizaciones pueden utilizar para crear un marco global que puedan seguir para ayudarles a alcanzar los objetivos medioambientales.
Sistema de Gestión y Auditoría Medioambientales (EMAS)
La Comisión Europea desarrolló originalmente el EMAS en 1991. Este tipo de SGA permite a las empresas y organizaciones gestionar, evaluar y mejorar sus objetivos y acciones medioambientales. Al igual que la norma ISO 14001, el EMAS fomenta la mejora continua del SGA de la organización para ayudarla a alcanzar objetivos medioambientales más amplios.
ISO 14005
La norma ISO 14005 también pertenece a la familia ISO 1400. Este sistema permite a las organizaciones dividir sus objetivos medioambientales en fases más pequeñas y más fáciles de alcanzar. Esto permite una mayor flexibilidad a las empresas que desean ajustarse a diferentes circunstancias.
Beneficios de un Sistema de gestión ambiental
Aunque un SGMA es importante para una organización que quiera alcanzar sus objetivos medioambientales, su implantación supone un compromiso.
Para empezar, la redacción y finalización de un SGA requerirá tiempo y esfuerzo por parte de los empleados, e incluso puede requerir que las organizaciones recurran a consultores externos. Sin embargo, aunque la implantación de un SGA tiene un precio, los beneficios superan los costes.
Con un SGA adecuado, las organizaciones pueden potencialmente:
- Mejorar su rendimiento medioambiental general
- Reducir los contaminantes que emiten al medio ambiente
- Facilitar el cumplimiento de los requisitos medioambientales
- Aumentar la moral de los empleados
- Entrar en nuevos mercados y atraer a nuevos clientes
- Conservar los recursos
- Reducir los costes
- Mejorar la imagen pública
- Promover la conciencia medioambiental en la empresa
Desarrollar un sistema de gestión ambiental
Cada empresa puede tener su propia metodología a la hora de crear un SGA. Sin embargo, la mayoría de los SGA comienzan con la evaluación de los compromisos y las políticas medioambientales de las empresas. También pueden tener en cuenta las leyes y requisitos medioambientales de su país para asegurarse de que el SGA cubre todas las bases.
A partir de ahí, las empresas suelen seguir los siguientes pasos a la hora de elaborar su SGA.
Planificación
Después de establecer los objetivos y las políticas medioambientales que el SGA pretende ayudar a la empresa a alcanzar, los miembros del comité pueden comenzar con la fase de planificación. Al planificar un SGMA, el equipo debe determinar los aspectos medioambientales de sus operaciones. Son las diferentes cosas y subproductos de sus procesos que pueden tener un impacto medioambiental.
A partir de ahí, el equipo puede empezar a clasificarlos en importancia, lo que facilita la priorización de los objetivos alcanzables y urgentes. El resultado de la planificación debe ser un conjunto concreto y cuantificable de requisitos que provengan de objetivos definidos.
Aplicación
Una vez que existe un plan definido, las organizaciones pueden empezar a aplicar el SGA. Las empresas deben emplear todos los recursos posibles para asegurarse de que se sigue el SGA y de que los equipos siempre encuentran áreas de mejora.
Durante la implantación, es importante documentar los procesos, mantener registros y establecer líneas de comunicación para que todo funcione lo mejor posible.
Evaluación
Como ya se ha dicho, un aspecto clave de un SGA es encontrar formas de mejorar el sistema y alcanzar objetivos más amplios.
Por ello, una parte importante del EMS consiste en evaluar las áreas en las que el EMS ha funcionado, las que no, y cómo el equipo puede mejorar las cosas. Si los objetivos no se cumplieron, la organización debe tomar medidas y empezar a planificar diferentes formas de abordar los problemas.
Aplicar los cambios
Después de determinar los problemas del SME y dónde no está funcionando como debería, el siguiente paso es aplicar los diferentes cambios. Las organizaciones deben tomar todas las medidas oportunas para garantizar que el SGA se implanta correctamente, de modo que no surjan los mismos problemas más adelante.