¿Qué es un peligro químico?
Un peligro químico es cualquier sustancia -independientemente de su forma- que puede provocar riesgos físicos y para la salud de las personas, o puede resultar perjudicial para el medio ambiente. También puede definirse como el riesgo real asociado a determinadas sustancias químicas, como quemaduras en la piel, efectos negativos a largo plazo para la salud, daños ambientales duraderos, incendios o incluso explosiones.
Según la Norma de Comunicación de Peligros (HCS) de la Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA), es importante que los empleados sean conscientes de los riesgos y peligros asociados a su trabajo diario. El reconocimiento de los peligros también reduce la posibilidad de exponerse a productos químicos peligrosos y las lesiones que pueden provocar.
Tipos de riesgos químicos industriales
Aunque hay varios tipos de peligros químicos que se han identificado de forma general, a continuación se indican los agentes de riesgos químicos que se encuentran habitualmente en el lugar de trabajo:
- Asfixiantes: son sustancias químicas o gases que pueden causar dificultad para respirar, pérdida de conocimiento o muerte por asfixia.
- Corrosivos: son productos químicos que pueden causar graves quemaduras en la piel y daños en los tejidos una vez que se entra en contacto con ellos.
- Irritantes: estas sustancias químicas suelen provocar enrojecimiento, sarpullido o inflamación de la zona afectada. Aunque la presencia de los síntomas suele ser de corta duración, hay casos en los que crean efectos duraderos en los demás.
- Sensibilizadores: las personas o los animales expuestos a este tipo de sustancias químicas desarrollan reacciones alérgicas después de un tiempo considerable o de una exposición repetida a la sustancia química específica.
- Carcinógenos: Los riesgos químicos representan una preocupación significativa en los entornos laborales, ya que ciertos factores químicos pueden ser la causa de enfermedades laborales. Un ejemplo concreto de factor químico que puede causar enfermedad laboral es la exposición a compuestos cancerígenos. los carcinógenos son sustancias que se sabe que provocan cáncer. Se clasifican como naturales o artificiales, pero es crucial tener en cuenta que incluso una pequeña cantidad de este tipo de sustancias químicas puede dañar gravemente la salud humana.
- Mutágenos: la exposición a este tipo de sustancias químicas puede provocar cambios irreversibles o mutaciones en el ADN de una persona.
- Teratógenos: son sustancias químicas que pueden causar anomalías en el desarrollo fisiológico o defectos de nacimiento, y que suelen afectar a las mujeres embarazadas o a los animales.
- Reactivas: son sustancias que, en determinadas condiciones o por exposición a otras sustancias químicas o elementos, pueden provocar graves riesgos físicos como incendios o explosiones.
- Inflamables: son sustancias químicas o materiales que pueden inflamarse una vez expuestos al aire y otros elementos.
Ejemplos de peligro químico
Las consecuencias de riesgo químico en los lugares de trabajo puede provocar condiciones de salud adversas, como dolor de cabeza, dificultad para respirar, irritación de la piel, reacciones alérgicas graves y otros efectos secundarios más graves y duraderos.
Aunque la mayoría de los productos que presentan un riesgo químico son fácilmente identificables, algunos de ellos pueden utilizarse a diario sin que los trabajadores tengan conocimiento previo de sus posibles efectos negativos. Algunos ejemplos de productos químicos peligrosos en el lugar de trabajo son
- gasolina
- metanol
- desinfectantes
- colas
- materiales de limpieza
- detergentes
- plaguicidas
- pinturas
- cosméticos
- humos de soldadura
- metales pesados como el plomo, el aluminio y el mercurio
Control de la exposición a productos químicos en el lugar de trabajo
Los lugares de trabajo -especialmente las industrias manufactureras u otras relacionadas- no pueden eliminar o evitar totalmente el uso de todas las sustancias químicas peligrosas. Sin embargo, lo que las empresas pueden hacer para proteger a sus trabajadores de riesgos químicos es seguir y observar las medidas de seguridad destinadas a controlar los riesgos químicos en los lugares de trabajo y reducir su posible impacto negativo en los empleados.
A continuación se exponen algunas medidas preventivas y otros consejos útiles sobre cómo mantener de forma proactiva un entorno de trabajo seguro para usted y sus empleados:
Identificar las sustancias químicas peligrosas presentes en su lugar de trabajo
Principalmente, las empresas tendrán que identificar las sustancias químicas peligrosas presentes en el lugar de trabajo. Algunos son obvios y fáciles de reconocer, mientras que otros no son evidentes inicialmente. Con este proceso, tendrá una base bien fundamentada sobre cómo manejar mejor cada producto químico, al tiempo que permitirá a sus trabajadores practicar las medidas de seguridad por su cuenta.
Evaluar los riesgos asociados a las sustancias químicas identificadas
Una vez identificados los peligros, debe realizarse una evaluación de los riesgos asociados a esas sustancias químicas, junto con la probabilidad de que se produzcan. Mediante una evaluación exhaustiva de los riesgos, las empresas también podrán determinar la gravedad de sus consecuencias, en caso de que acaben produciéndose. Este proceso puede ser un gran factor de decisión sobre qué riesgos deben priorizarse y resolverse primero.
Controlar los riesgos
Esta es la parte en la que las empresas tendrán que decidir cómo gestionar o controlar los riesgos identificados. Al tratar los riesgos químicos en los lugares de trabajo, debe seguir el principio de la jerarquía de controles. Este concepto da el orden o nivel de cómo se puede controlar potencialmente cada riesgo específico. Este es el orden de la jerarquía y sus definiciones:
- Eliminación: eliminar totalmente y dejar de utilizar los productos químicos peligrosos.
- Sustitución: buscar alternativas o sustituirlas por otras sustancias químicas menos peligrosas.
- Controles de ingeniería: aplicar cambios en el proceso, como minimizar el contacto con los productos químicos o separar físicamente a las personas de ellos.
- Controles administrativos: aplicar cambios en la forma de trabajar de las personas, como la rotación de sus horarios o la reorganización de las asignaciones de trabajo.
- Equipo de protección personal (EPP ): si no se pueden evitar las sustancias químicas peligrosas, o las empresas no pueden reducir el contacto que los empleados tienen con ellas, hay que garantizar el uso de EPP para disminuir la exposición y los factores de riesgo.
Aplicar buenas medidas de control
Las empresas también deben contar con medidas de control exhaustivas y estándar que puedan seguir todo el personal y los empleados implicados para prevenir cualquier efecto peligroso de los productos químicos. Estas medidas también contribuyen a garantizar que todas las partes interesadas estén de acuerdo en lo que respecta a la seguridad química.
Utilizar señales y símbolos de seguridad
Según la OSHA, y en cumplimiento de la Norma de Comunicación de Peligros (HCS), es obligatorio por ley que todos los productos químicos tengan una etiqueta que no sólo incluya qué tipo de producto químico es, sino también el tipo de peligro asociado a él. Se trata de los pictogramas del SGA, un sistema de etiquetado de símbolos de seguridad específico para productos químicos.
Realizar inspecciones periódicas
Para que todos estos esfuerzos sean eficaces, las empresas deben realizar inspecciones periódicas para asegurarse de que se cumplen y se practican sistemáticamente. Las auditorías también pueden ser un gran factor determinante para saber qué medidas de control funcionan y cuáles no. Algunos ejemplos de inspecciones útiles relacionadas con los productos químicos son las auditorías de seguridad química y las inspecciones de materiales peligrosos.
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